top of page
  • Foto del escritorZacur Córdova Mesina

La Paz que Dios me da

Abro la biblia y Dios viene a mi encuentro en el texto de la carta a los Filipenses 4:6-7 que dice:

«Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús».

Hay ocasiones en que vivimos situaciones que nos inquietan, asuntos que nos mantienen preocupados. Comúnmente procuramos resolver estos problemas con nuestras propias fuerzas, pero Dios tiene algo importante que decirnos hoy: no te preocupes, no puedes resolver nada con tus fuerzas, descansa en mí y tendrás paz.


Cuando me presento ante Dios haciéndole saber todas las cosas que afligen mi alma, entrego toda la carga a Cristo, e instantáneamente las fuerzas de Cristo son infinitamente superiores a las mías.


En ninguna parte de las escrituras Dios ha prometido retirar la carga que pesa sobre nosotros, pero él nos provee las fuerzas necesarias para llevar esta carga.


Tú vas a disfrutar de la paz de Dios en la medida en que toda cosa que aflige tu vida y te lleva al afán, la hagas conocer al Dios de gracia y entregues el peso de tu carga a Cristo. Así, y solo así, vas a encontrar alivio para tu alma y la fuerza para seguir en el diario vivir, porque el texto es muy claro:


«Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús

0 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page