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  • Foto del escritorZacur Córdova Mesina

Esdras 4:1-3 | Cuidado con las buenas intenciones

"Oyendo los enemigos de Judá y de Benjamín que los venidos de la cautividad edificaban el templo de Jehová Dios de Israel, vinieron a Zorobabel y a los jefes de casas paternas, y les dijeron: Edificaremos con vosotros, porque como vosotros buscamos a vuestro Dios, y a él ofrecemos sacrificios desde los días de Esar-hadón rey de Asiria, que nos hizo venir aquí." Esdras 4:1-2 (RVR 1960)

No sé si recuerdas, pero en el capítulo anterior, la celebración que hicieron los retornantes por haber colocados los cimientos del templo fue grande. Imagino que la música y las voces se escucharon desde muy lejos porque llamaron la atención de los pueblos vecinos. Tal parece que el grupo de retornantes estaba señalando que habían regresado y que no se detendrían hasta edificar la Casa de Dios en Jerusalén.


No pasó mucho para que vinieran los enemigos de Israel y se quisieran sumar a esta obra arquitectónica. Ellos deseaban participar, pero la verdad, no creo que hayan tenido una buena intención. Yo sospecho que ellos deseaban ayudar en la construcción del templo para arruinarlo o para manejarlo a su conveniencia. Quizás, construir con defectos estructurales pero que pasaran desapercibidos, de manera que ante cualquier movimiento telúrico, se derrumbara.


En cierta manera, ellos decían que buscaban a Dios, pero no como Israel debía hacerlo. Algunos de estos enemigos eran los Samaritanos y para ellos el Dios de Israel era uno de los muchos dioses poderosos. Su idolatría representaba un grave peligro, porque Israel fue exiliado por su idolatría. Esto era un compañerismo peligroso para los que regresaron del exilio. Pero gracias a Dios, la respuesta de Zorobabel, Jesúa y los jefes de las casas paternas fue con firmeza y unificada, mira:

Zorobabel, Jesúa, y los demás jefes de casas paternas de Israel dijeron: No nos conviene edificar con vosotros casa a nuestro Dios, sino que nosotros solos la edificaremos a Jehová Dios de Israel, como nos mandó el rey Ciro, rey de Persia. Esdras 4:3 (RVR 1960)

Es evidente que todos los retornantes estaban unidos en un mismo espíritu al responder. Rechazaron la ayuda de los samaritanos. Hicieron esto sabiendo que tenían permiso (hasta el mandato) del Rey Ciro, y sabían que carecían de recursos humanos y financieros.


Entonces, el primer esfuerzo de los enemigos para frenar la Obra de Dios fue su oferta de convertirse en aliados. Esa siempre ha sido la forma sutil en que satanás ha intentado obstaculizar la unidad y el crecimiento de la iglesia en las sucesivas etapas del desarrollo del cristianismo en todo el mundo, es cosa de echar un vistazo a la historia. Mis queridísimos lectores, Satanás siempre intentará detener el avance de la Obra de Dios. Es por eso que cada creyente, miembro de la iglesia de Cristo debe estar preparado para presentar defensa. Y ante cualquier actitud humana en contra de la Palabra de Dios, esta siempre debe permanecer. Mira lo que dice la biblia:

Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Mt 7:15 (RVR 1960)

No cedas a la tentación de aliarte con los enemigos de Dios por necesidad, ellos siempre querrán destruir porque son guiados por Satanás. Zorobabel rechazó la ayuda de los Samaritanos sin pensarlo dos veces, él debió haber pensando que si por alguna razón los recursos se llegaran a agotar, Dios proveería nuevamente. Él los llamó a retornar a Jerusalén, los invitó, los animó, los envió, los cuidó hasta llegar a Jerusalén, por lo tanto, él proveería todo lo necesario para su obra.


Recuerda, Jesús dijo: (Yo) edificaré mi iglesia (Mt 16:18). El Dios de la biblia proveerá todo lo necesario para que su Obra se lleve a cabo, no te desesperes si a simple vista no hay muchos recursos y son escasos los obreros, Él proveerá porque la Obra es suya y no de los hombres. Un paso a la vez.


Que Dios bendiga su Santa y Eterna Palabra.

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