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  • Foto del escritorZacur Córdova Mesina

Esdras 3:7 | Espera, Dios proveerá

Y dieron dinero a los albañiles y carpinteros; asimismo comida, bebida y aceite a los sidonios y tirios para que trajesen madera de cedro desde el Líbano por mar a Jope, conforme a la voluntad de Ciro rey de persia acerca de esto. Esdras 3:7 (RVR 1960)

Ya se había levantado el Altar de los Sacrificios, pero faltaba el resto del templo, incluyendo los cimientos. Creo que se debe a una demora en reunir todos los materiales que venían en camino cruzando el Mar de Jope. Los arboles de cedro del Líbano eran legendarios por su excelente madera. Ellos querían usar el mejor material en la construcción y el mismo material que Salomón uso cuando se hizo el primer templo (1 Reyes 5:6).


El Dios de la Biblia estaba abriendo puerta tras puerta para que Su Pueblo pudiera trabajar en Su Obra. Los retornantes no solo contaban con la autorización del rey de Persia, sino que también con el apoyo financiero, algo que en nuestros tiempos llamaríamos como subvención.


No sé si te diste cuenta, pero el pueblo de Dios (los retornantes) estaban ocupando dinero,

materiales de construcción y trabajadores gentiles para edificar un templo al Dios de Israel. Este iba a ser el templo para Dios, pero no iba a ser exclusivo para ellos (los israelitas), sino para todas las naciones.


Entonces, el grupo de retornantes estaba a la espera de la madera. Pero, ¿no que el templo es un edificio de piedra? Así es, pero la madera era vital para establecer los pilares del templo. No fue hasta el año segundo del retorno que llegó la madera desde el Líbano, tocando puerto para luego transportarla hasta Jerusalén.


Que larga espera, ¿verdad? Tuvieron que tener mucha paciencia. Hoy en día, cuando la congregación no presenta frutos visibles de crecimiento y avance en la Obra, el creyente se preocupa, busca técnicas de estrategias para el iglecrecimiento. Y es aquí donde quiero llamar tu atención, entendamos algo: la iglesia no es técnica humana, es obra divina. Cristo dice: (Yo) edificaré Mi Iglesia (Mt 16:18).


La espera les ayudó a desenvolver la paciencia y la tolerancia; les hizo ejercitar la fe en las promesas de Dios y actuar con base a Su Palabra, no en lo que veían o pensaban. Es por eso que Dios permitió que la madera tardara en llegar.


Es mi oración que el Dios de la Biblia nos ayude a esperar en Él. Tarde o temprano la madera llegará y la Obra avanzará.


¡Ánimo! Hay mucho que hacer sin la necesidad de tener "la madera" ahora mismo. Siempre hay algo que hacer en la obra del Señor. Así como el grupo de retornantes, nosotros debemos aprender a vivir un día a la vez, no afanarnos por lo que aún no tenemos, tanto en la obra del Señor como en nuestra vida personal. El Señor promete suplir todo lo que nos falta, pero Él lo dará en el momento exacto. Si le pedimos al Señor que nos de paciencia, perseverancia y paz, nos llevará hacia situaciones en las que debamos ejercer paciencia, caminar con perseverancia y descansar en la paz que el Señor provee. Más adelante veremos cómo el grupo de peregrinos al ver que llega el material de construcción, con mucho gozo comenzarán la construcción del templo, habiendo dado por finalizado el tiempo de espera que Dios había permitido.


Posiblemente algunos del grrupo de retornantes pudo haber dicho: ¿Y si vamos a comprar madera a otro reino? ¿Quizás podamos encontrar madera a un precio más barato, de menor calidad pero la tendríamos en Jerusalén en un par de días? Y pues, son cuestionamientos válidos y normales. Pero el Señor les tenía una madera mucho mejor, resistente a los climas y posibles catástrofes naturales, como los temblores. Si se hubieran adelantado a comprar la madera en otro lugar, probablemente, al usarla se darían cuenta de que venía en mal estado, o al edificar los pilares y toda la estructura del templo, la madera se hiría rompiendo porque no era capaz de soportar tanto peso, entre otras cosas. Todo esto por querer tener los materiales de construcción lo antes posible y evitarse una espera aparentemente inutil. Pero como esperaron la madera que provenía del Líbano, madera de cedro, la bendición del Señor estaría con ellos por haber obedecido al sentir que Él (muy probablemente) había puesto en el corazón de los líderes y constructores.


¿Te das cuenta?


Hermanos amados, la madera que el Señor provee es mucho mejor que la que podemos comprar por ahí cerca. Si esperamos en el Señor, el proveerá todo lo necesario para su obra y nuestra vida, y creo que usted y yo sabemos que el Señor nunca ha provisto cosas de mala calidad ni recursos precarios.


Que Dios bendiga su santa y eterna Palabra. Amén.

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