top of page
  • Foto del escritorZacur Córdova Mesina

Brevemente: sobre las Sinagogas y su origen

El origen de las sinagogas, sin duda, es un tema interesante, porque mucho antes del período talmúdico la institución de la sinagoga se había extendido no sólo entre los judíos de la tierra de Palestina, sino también entre los judíos de la dispersión. Es probable que su propagación se debiera a una creciente necesidad en ellos, tanto por causas internas como externas de las cuales hablaré más adelante.

El origen de las sinagogas, sin duda, es un tema interesante, porque mucho antes del período talmúdico la institución de la sinagoga se había extendido no sólo entre los judíos de la tierra de Palestina, sino también entre los judíos de la dispersión. Es probable que su propagación se debiera a una creciente necesidad en ellos, tanto por causas internas como externas de las cuales hablaré más adelante.


Si tomamos una biblia y revisamos el Nuevo Testamento nos daremos cuenta de que en los tiempos de Jesús ya habían sinagogas por toda la tierra; sinagogas que en los días de Moisés aparentemente ya se leían las Escrituras.

Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo. Hechos 15:21 RVR 1960.

Con respecto a la palabra «sinagoga» (que destaqué en cursiva) se deriva del griego, naturalmente, y significa significa «reunión congregada» ─para propósitos religiosos─. Los términos rabínicos como:

  • Chenisah

  • Cheneseth

  • Zibbur

  • Vaad

  • Kahal

Pueden ser generalmente tomados como equivalentes. Pero, tanto el Antiguto Testamento como los rabinos dan matices distintivos a esta palabra (sinagoga), una discusión de términos que sigue siendo tema de conversación hoy en día entre los eruditos.

Si empezamos con el Antiguo Testamento veremos que para referirse denotativamente a Isreal como congregación se emplean dos términos:

  • Edah: Este parece referirse principalmente a Isreal en su organización externa como congregación ─lo que los modernos designarían como la Iglesia visible.

  • Kahal: Este segundo término indica más bien su relación interior o espiritual.

La Biblia Griega o más bien, la comunmente conocida como la Septuaginta (LXX) parece haber preservado esta distinción. La palabra «edah» aparece 130 veces, y siempre es traducida «sinagoga» en la Septuaginta, nunca como «ecclesia», y solo en 37 veces se traudce como «sinagoga». De manera similar, la Misná emplea el término «kahal» sólo para referirse denotativamente a Israel como un todo, mientras que el término «zibbur», por ejemplo, se emplea por un igual para iglesias y para la iglesia, esto es, para denotar congregaciones indivuales, y para la iglesia como un todo.


Volviendo al origen de la sinagoga

A simple vista, el origen de la sinagoga se pierrde en la oscuridad de la tradición. Te preguntarás por qué. Pues, naturalmente, como sucede con tantas instituciones, los rabinos remontan su origen a los patriarcaras retrocediendo varios siglos atrás. De esta manera, tanto el Targum de Jonatán como el Targum de Jerusalén presentan a Jacob como asistente a la sinagoga, y a Rebeca acudiendo a ella para recibir consejo cuando sintió dentro de ella lucha entre sus dos hijos. Ahora bien, no hay una seria y sólida razón para considerar estas afirmaciones. Porque cuando vamos a la biblia y leemos 2° Reyes 22:8 leemos acerca de que «el libro de la ley» fue descubierto por Safán el escriba en «la Casa de Jehová», ello implica que durante el reinado de Josías no podían haber existido sinagogas en la tierra, por cuento su principal objeto era asegurar la lectura semanal ─y naturalmente la preservación─, de los libros de Moisés (véase Hch. 15:21).


Nuestra versión Reina-Valera, desde luego, traduce el Sal. 74:8 «han quemado todas las sinagogas de Dios en la tierra». Pero hay buenas razones para poner en tela de juicio esta traducción, e incluso en caso de admitirla, no resolvería la cuestión acerca de cuál fue el tiempo verdadero en que se originaron las sinagogas. Por otra parte, no hay ninguna traza de culto sinagogal ni en la ley ni en los profetas; y esto, por sí mismo, debería ser decisivo al contemplar la importancia de la cuestión. Además, se puede decir que no había lugar para tales reuniones bajo la dispensación del Antiguo Testamento. Porque en él, todo el culto religioso era algo normal y típico, siendo los servicios sacrificales la manera en que Israel se allegaba a Dios y constituyendo la vía por la que Él comunicaba la bendición a su pueblo. De manera que, las reuniones de oración y comunión con el Padre pertenecen a la dispensación del Espíritu Santo. Entonces, dentro de este principio cuando fueron suscitados ciertos hombres llenos del Espíritu de Dios, los que anhelaban un mayor conocimiento y una más estrecha comunión con el Señor se reunían alrededor de ellos en los sábados y lunas nuevas, como la piadosa mujer de Sunem que recurría a Eliseo (véase 2 Reyes 4.23), y como otros solían acercarese a los profétas o discípulos que estaban a su alcance.


Cuando vino el cautiverio en Babilonia

Todas cosas vinieron a ser muy diferentes durante el cautiverio en Babilonia. Recordemos que Israel fue expropiado de sus tierras, y no solo eso, sino que tuvieron que aceptar y aprender a vivir con la idea de que el templo fue destruído, quedando imposibilitados de los servicios que regularmente se hacían en él. Por esta razón, es lógico pensar que vino a ser necesario algún tipo de reunión religiosa para que el pueblo en exilio no cayera en paganismo, un peligro que desde luego, y a pesar de todas las amonestaciones de los profetas y de la promesa de liberación y restauración de la nación y la Casa de Dios, no fue totalmente evitado.


De manera que, la institución de las sinagogas parecía necesaria y deseable también con vistas a la prservación del vínculo nacional que conectaba a Israel, además de su continuada existencia religiosa, la relación de Dios con su pueblo. De hecho, quienes han podido leer atentamente el libro de Esdras (uno de mis favoritos) y Nehemías descubriá en el período posterior al regreso de Babilonia los inicios de la sinagoga. Aunque no estaba todo listo cuanto concierne a la formación de una institución religiosa, su primer enfoque principal fue instruir a los que ignorantes, nuevos y semipaganos en la ley de Dios; pero, al fin y al cabo, constituyó un punto de partida.


Luego de este comienzo, vino el tiempo de la terrible opresión y persecuciones de parte de Siria y bajo la rebelión de los Macabeos. Entonces, te podrás dar cuenta que bajo tales circunstancias consecutivas se iría desarrollando la necesidad de la institución de la sinagoga, asumiendo gradualmente las proporciones y el significado que después alcanzaría. Porque debemos tener presente que se había perdido de vista el verdadero sentido espiritual de los servicios del templo y que el judaísmo vino a ser solo un asunto de ordenanzas externas, de sutiles dinstinciones y de discusiones lógicas acerca de cuestiones cotidianas, sean netamente de judíos o en referencia a los extranjeros y su paganismo. Por esta razón, la institución de la sinagoga crecería en importancia. Y así vino a suceder que en tiempos de Cristo no había siquiera ninguna colonia o pueblecillo de judíos en tierra extranjera sin una o más sinagogas, siendo la de Alejandría la más hermosa según los relatos talmúdicos.


Gracias por leer hasta aquí, procuro que siempre sean breves textos y hacer más amena la lectura. Nos vemos en un siguiente artículo.

0 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page